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El Problema de la Tierra

05/06/2009


Por: Adriano Muñoz

Reseña histórica
Para analizar con mucha profundidad este tema tenemos que remontarnos en la historia, ver un poco las formas de producción y de tenencia de las tierras de los guaraníes, ellos producían en forma colectiva y la tenencia de la tierra era comunitaria, pero no establecía ninguna forma de propiedad sobre ella, por lo tanto practicaban la agricultura eminentemente para la subsistencia de sus comunidades. Este modelo social productivo fue truncada por los colonizadores españoles, quienes empezaron a adueñarse de todos los medios de producción de nuestro país, esta situación ha empezado a crear fuertes contradicciones entre los colonizadores y los indígenas y criollos, y gracias a esta contradicción se revirtió esta situación con la toma del poder del Dr. Francia quien
realizó una profunda transformación social, confiscando todas las tierras que estaban en manos de las iglesias y de los demás colonizadores y repartió a los verdaderos sujetos de la reforma agraria que son los pequeños agricultores. Todas estas políticas y acciones del Dr. Francia con fuerte apoyo popular colocó al Paraguay como el país más soberano y equitativo del continente y el mas avanzado en todos los aspectos así también en cuanto a las industrias, las mismas políticas siguieron los López. Por lo tanto esto creo mucha preocupación a la oligarquía local y extranjera, especialmente a los ingleses, pues por eso justamente impulsaron la guerra de la triple Alianza y en 1965 llevaron en pie para truncar nuestra revolución y para convertir otra vez nuestra patria en un país Con campesinos sin tierras y tierras sin campesinos hasta nuestro día

Este se va agravando a partir de la otra guerra que tuvimos la guerra del chaco, cuando los combatientes paraguayos después de que cesó la guerra en 1935 volvieron a sus comunidades pero se encontraron con la sorpresa de que las tierras fueron reestructurado por el Estado para pasar a manos privadas.

Las tierras públicas que quedaba, fueron repartidos a los altos jefes militares y civiles y a terratenientes brasileros durante la dictadura de Strossner. Con la apertura del neoliberalismo en Paraguay, se dio inicio a la revolución verde quien provocó la deforestación y explotación acelerado de los suelos y también de la mano de obra. A consecuencia de estos empezaron a organizarse los campesinos que posteriormente dará inicio a la Liga Agraria Cristiana LAC, cuyo principio fue la lucha por la tierra, en la actualidad todas las organizaciones campesinas que luchan por la tierra existente en Paraguay emanan de la LAC.

Con este modelo de producción se va agravando aun mas los problemas sociales porque además de de aumentar el problema de la tenecia de la tierra, se suman las contaminaciones, el desarraigo, el desempleo y muchos otros problemas sociales.

Con la apertura de la supuesta democracia, se democratizó algunas cosas pero no así la tenencia de la tierra, resultado de eso tenemos problemas sociales mas complejas , el desarraigo, la creación de cordones de miseria en las periferias de las ciudades, las desaparición de comunidades, la disminución de la biodiversidad, la utilización de semillas transgenicas y de agro tóxicos comprobado su nocividad para la salud y lo que aun es mas grave es que los que se producen no es para alimentar los 1000 millones de hambrientos que hay en el mundo sino en gran porcentaje para alimentar los tanques de los vehículos de los países industrializados a traves del agro combustible.

La infelicidad de muchos crea la felicidad de una minoría en el Paraguay y eso debe ser revertido, a través de la repartición de los medios de producción y como principal la tierra, mientras no se haga eso, el campesinado seguira en pie de lucha hasta lograr el gozo de tal derecho, porque además de ser un derecho es una necesidad básica insustituible, que no se puede obviar. Pero jamás el Estado va solucionar este problema mientras esté sometido a los intereses del Capital.

Caracterización y definición de los campesinos Sin tierra
Dentro de la política de la clase dominante además de dejar desapercibido los problemas sociales como es la falta de tierra también trata de difamar, criminalizar o introducir conceptos acentuados con prejuicios para que la opinión publica viera con una visión de rechazo hacia los sin tierra. Hay ocasiones en que el Estado expropia los terrenos y entrega las tierras a los campesinos, olvidando de las otras necesidades como la salud, educación, crédito, asistencia técnica, alimentacion, durante los primeros meses de la mudanzas, dejando al asentamiento totalmente desprotegido en donde la familia campesina no tiene otra opción que salir del asentamiento y rebuscarse nuevamente en otras actividades para la subsistencia de sus familias. Con estos resultados sale los burócratas súbditos de la oligarquía diciendo que los campesinos no quieren trabajar, provocando a la ciudadanía a tener una matriz de opinión diferente a lo que realmente acontece hacia los campesinos. Estas acciones es parte de la política de la oligarquía en donde se presta también los medios de comunicacion, colocando en los títulos de los periódicos invasores en vez de Campesinos sin Tierra, pues nosotros llamamos invasores a los brasileros en especial que han invadido nuestro territorio, gracias a los gobiernos oligarcas, para desarrollar un modelo de producción contaminante, excluyente e insustentable.
Es importante realizar un autocrítica de las ocupaciones y asentamientos conquistadas y en proceso de lucha porque también contamos con mucha debilidades de la cual se atribuyen las instituciones estatales en vez ayudar a superar, algunas de las debilidades son: la falta de organización, la falta de planificación, lo cual es producto de la falta de conciencia de mucho de los campesinos sin tierra, sumando a los ataques de los terratenientes muchas llegan a frustrarse las conquistas ya adquiridas. Antes y durante la ocupación es necesaria la formación de la conciencia de los compañeros y compañeras

Campesino sin Tierra: es un grupo de ciudadanos que demandan cambios de un orden social injusto que los ha conducido al desarraigo y a la pérdida de su identidad como grupo social determinado, como consecuencia fundamentalmente de la aplicación de un modelo de desarrollo rural excluyente que no ha potenciado el mejoramiento de los espacios rurales en sus distintas dimensiones: económicas, sociales, culturales y políticas.

El Paraguay esta en los diez países mas desiguales en el mundo, en donde el 4,6% de la población obtiene el 84 % de la riqueza. Contamos con 300 mil familias sin tierra (datos CLACSO) Y esto va en aumento por el proyecto de sojización que se ha activado ya en 11 departamentos por la agricultura industrial implantada. Para nosotros, en el departamento de Concepción es importante la resistencia y la ofensiva que esta llevando los movimientos campesinos para evitar el avance de este proyecto, como sabemos, el departamento de concepción es el único departamento mas libre del monocultivo de la soja, por eso es considerado como el pulmón del país por las reservas de las biodiversidades que aun mantiene, gracias a la agricultura eminentemente familiar que se desarrolla, no es casualidad las persecuciones que se esta haciendo a los movimientos sociales en la zona norte, este obedece estrictamente a los intereses de los terratenientes que intentan por todos los medios avanzar en la deforestación para la siembra de la soja y a esto se presta los organismos jurídicas y de seguridad del Estado.


La legislación paraguaya que regula y garantiza la tenencia de la tierra y la propiedad en general esta expresado en varios cuerpos legales: Const. Nacional, Codigo Penal, Código Civil, la ley 622/60 de colonizaciones y urbanizaciones de hecho, 662/60 de la parcelación proporcional de las propiedades mayores y la 854/63 que crea el estatuto agrario. Las numerosas leyes existentes no esta exentas de contradicciones, lo que hace que su aplicación resulte en algunos casos parcial y en algunos casos impracticables, Las reformas y las modificaciones que se han hecho sobre algunas de ellas en los últimos años no necesariamente ofrecen un marco que favorezca un mayor nivel de bienestar a la población mas carenciada. En muchos aspectos ha significado un retroceso, como es en el caso del Art. 83 de la CN de 1967, que en la nueva CN de 1992 fue eliminado. Dicho art. textualmente expresaba; “ toda familia tiene derecho a un hogar asentado sobre tierra propia para lo cual se perfeccionaran las instituciones y se dictaran leyes mas convenientes a fin de generalizar la propiedad inmobiliaria urbana y rural y promover la construcción de viviendas económicas, cómodas e higiénicas, especialmente a trabajadores asalariados y campesinos” (CN 1967). Esta ley que garantizaba a todos los ciudadanos el derecho a una parcela propia, sea en el área rural urbana, y obligaba al Estado a cumplir con ese derecho, desaparece en la CN del 1992. esta solo habla del derecho a tener una vivienda digna- Art. 100- sin hacer ninguna mención a la tierra propia.

La modificación introducida tiene un propósito aparente: liberar al Estado de una mayor responsabilidad en lo que atañe a la cuestión de la tierra y dejar abierto un espacio para que el mercado sea en adelante el que medie en las transacciones inmobiliarias y los conflictos de tierras resultantes aparezcan como un problema de oferta y demanda. El Art. 107 de l CN garantiza la competencia en el mercado; si bien hace mención a la igualdad de oportunidades, quien participa en el mercado es aquel que tiene capacidad de demanda, de la cual carece precisamente el campesino. Otra traba legal introducida en la CN de 1992 es el previo pago de una justa indemnización acordado convencionalmente o por orden judicial de las tierras expropiadas – Art 109. Estos mecanismos legales incorporados en las leyes agrarias muestran una tendencia clara, la intervención cada vez más del mercado en la regulación de la tenencia de la tierra, restringiendo el rol del Estado en la materia.

La participación de los sectores empresariales, latifundistas poseedores de grandes extensiones de tierras, ha sido contundente en la constituyente de 1992 en contra posición a la débil presencia de representantes del sector campesino, lo cual ha llevado a la aprobación de artículos sumamente lesivos para el proceso de cambio en el sector rural. En el Art. 109 del CN. Expresa “se garantiza la propiedad privada, cuyo contenido y limites serán establecidos por la ley, atendiendo a su función económica y social, a fin de hacerla accesibles para todos. La propiedad privada es inviolable. Nadie puede ser privado de su propiedad sino en virtud de sentencia judicial, pero se admite la expropiación por causa de utilidad pública o de interés social, que será determinada en cada caso por la ley. Ésta garantizará el previo pago de una justa indemnización, establecida convencionalmente o por sentencia judicial, salvo los latifundios improductivos destinados a la reforma Agraria, conforme con el procedimiento para las expropiaciones a establecerse por ley. (CN 1992).

Esta norma consagrada en CN de 1992 fue un retroceso en comparación con la anterior, al incorporar el previo pago de una justa indemnización como una condición en las expropiaciones. La misma coarta la posibilidad de que el campesinado acceda a la tierra propia a través de la figura de la expropiación. Con esta ley lo que se hizo fue trasladar una potestad del Estado a la luz del derecho publico, casi a una operación de compra – venta de la propiedad. Contrasta con la naturaleza jurídica de la expropiación, según la cual ésta es un acto unilateral propio del Estado, que la impone centrado en consideraciones del orden económico, político y social, sobre la cual el afectado no discute porque el estado lo hace en función de la necesidad del desarrollo rural del país. Sin embargo la ley no permite eso; se resuelve la expropiación a favor de los ocupantes o peticionantes y se empieza negociar el precio, lo que puede llevar años. Mientras tanto se extiende la inseguridad y la precariedad de la posesión (halley Merlo, 2001). Esta nueva situación generada a partir de 1992 ha hecho que varias expropiaciones no se hayan podido legalizar por falta de acuerdo sobre el precio entre el propietario, los interesados y el Estado.

Aun con estas contradicciones y limitaciones, la CN 92 en su Art. 114 reconoce que la reforma agraria es uno de los factores fundamentales para lograr el bienestar rural y que para ello se adoptaran sistemas equitativos de distribución, propiedad y tenencia de la tierra, se fomentará la creación de las cooperativas agrícolas y otras asociaciones similares, se promoverá la producción, la industrialización y la racionalización del mercado para el desarrollo integral del Agro. Este articulo junto con el 116, que habla sobre la eliminación progresiva del Latifundio y minifundio, son capítulos que permiten a los campesinos pugnar por una mas justa redistribución de la tierra.

La vigencia ininterrumpida del estatuto Agrario por casi cuatro décadas sin haber sufrido ninguna modificación o reforma es un indicador del poder y del control que ejerce la oligarquía terrateniente sobre las instituciones del Estado. Las otras leyes que regulan y garantizan la propiedad privada están contenidas en los Códigos Civil y Penal, siempre con la salvedad de que cumplan una función social y económica atribuida por la CN. El Código Civil establece en su Art. 1954 el derecho del propietario de usar, gozar y disponer de sus bienes y la facultad legitima de repeler la usurpación de los mismos y de recuperarlos. El código Penal, por su parte, establece las penas privativas de libertad para los que cometieren actos de atropellos a la propiedad de terceros, y cuando dicho atropello se realiza conjuntamente con otros aumenta la pena. Inclusiva la tentativa de apropiación es castigada.

Como se puede observar, el campesino que carece de una parcela y que no tiene capacidad de demanda, que no cuenta con la capacidad económica de participar en el mercado de tierra, debe desafiar y vencer todas estas leyes para poder hacerse de una parcela propia. Esta situación lo coloca frente a una disyuntiva: permanecer quieto sin posibilidad de acceso a una parcela o disponerse a enfrentar el desafío, lo que conlleva necesariamente a la ocupación, al conflicto y esto a la vez a la intervención del Estado. La intervención del Estado es un paso importante y en la mayoría de los casos las ocupaciones de tierra se realizan a ese propósito, lograr que el Estado intervenga, pero con el riego de no haber ganado un aliado sino de haber sumado un enemigo, mas poderoso incluso que el propietario. En muchos casos de los conflictos de tierra, el Estado fue un aliado importante de los sin tierras y en otros casos poderoso enemigo. Esta estrategia de lograr la intervención del Estado se explica por el hecho de que el mercado esta fuera de las posibilidades de los campesinos y la única manera de lograr adjudicarse una parcela es a través del estado, con el aval del Estado.

Es importante comprender que aunque se promulgue las mejores leyes a favor del campesinado, esta situación no va cambiar si no existe voluntad política de parte de las instituciones del Estado. Este situación va seguir asediando a nuestras sociedades campesinas y no solo al campesinado sino también a la población urbana porque es un problema social que repercute de alguna o de otra forma en la población urbana.


Ocupaciones de tierra- ¿es un derecho o un delito?

El problema de tierra en el Paraguay plantea un dilema que va más allá de las disposiciones del derecho positivo que norman la relación de las personas y grupos en la sociedad y de la posesión de las cosas muebles e inmuebles. Para los legalistas, para quienes la convivencia en la sociedad debe estar regida por el cumplimiento irrestricto de la ley, esto no es discutible. Para los campesinos sin embargo, todo es discutible, primero porque la ley fue hecha para proteger los intereses de los poderosos, y segundo porque la vida, la dignidad de las personas, están por encima de la ley. Su cosmovisión respecto de la tierra es totalmente diferente a la de un capitalista. La tierra para los campesinos es parte de su modo de ser, es la vida, es la madre que da todo. Esta visión que tiene una raíz histórica profunda, sigue predominando en la conciencia de la gran mayoría de los campesinos. Incluso en las actuales ocupaciones algunos ocupantes aun apelan a la interpretación bíblica de que Dios creó la tierra para todos y que es la ley humana la que distribuye mal. Para reparar este mal se crean las organizaciones, se realizan las ocupaciones, porque la tierra es una de las soluciones al problema que existe en nuestro país (Argûello, 2001). De esto se deduce que la tierra para un campesino es el medio, es una herramienta sin la cual pierde su identidad, deja ser campesino: “para el campesino, la tierra es una fuente de vida, porque se obtiene para que los compañeros puedan sobrevivir, la educación de los hijos, la salud, la vestimenta, depende completamente de la tierra porque realmente unos de los grandes problemas que tiene el campesinado es la tierra, la única profesión que tiene los compañeros es el trabajar por la tierra. Digamos que el 99% del campesinado no tiene otra profesión porque no tiene posibilidad de estudiar otra profesión y por eso el trabajo por la tierra constituye una fuente de vida porque de allí debe obtener el sustento de la familia y por eso para nosotros es de mucha importancia.
Esta manera de entender y relacionarse con la tierra contrasta profundamente con la realidad que ha impuesto el capitalismo. Esta manera de ser también es un factor aglutinante en algunos casos y en otro es un factor de división. Sin el campesino sin tierra o pauperizado no internaliza la necesidad de la lucha por la tierra como un interés colectivo y como un reaseguro para su futuro y el de sus generaciones posteriores, entonces se deja llevar por la apatía, por el conformismo, es muy difícil que se convenza de la importancia de recuperar las tierras del poder de los terratenientes. En cambio cuando descubre que es bien que por el cual vale la pena luchar, la conciencia crece rápidamente. Este cambio de conciencia no se logra sin la organización, es aquí que entra a jugar un papel muy importante las organizaciones campesinas. Es a través de ella que el campesino va descubrir su interés y a percibir las relaciones sociales que se generan en torno a ella y que esas relaciones no responden a designios externos sino que son productos de las relaciones entre los hombres. Llegar a este nivel de conciencia es un avance que facilita la organización y la lucha por la tierra.

Conclusión
Si hacemos una mirada satelital a los departamentos de nuestro país percibimos que la zona mas verde o forestadas se encuentran en Concepción y parte de San Pedro, que significa zonas menos contaminadas, mas protegidas por la única circunstancia de que es una región en donde predomina la agricultura familiar campesina, así que la lucha por la tierra no es solamente una cuestión económica para el campesinado o no solamente es problema jurídico, es un problema político, ideológico, ambiental e histórico, en donde se encuentra en disputa no solamente la tierra sino, la salud, la subsistencia, la defensa de la territorialidad y de la soberanía y por su puesto la defensa del ecosistema. Por eso deducimos que la inequidad, la desigualdad social son problemas que solamente serán solucionadas con profundas transformaciones políticas y sociales y estructurales.

Fuentes

v Reforma Agraria Confiscada – Mirta Barreto
v Los sin Tierra en el Paraguay – Conflictos agrarios y movimientos campesino –Quintín Riquelme
v http://www.oxfam.org/es/campaigns/agriculture/paraguay
v http://www.rebelion.org/hemeroteca/sociales/040523amorin.html