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Los Niños Mártires de Acosta Ñu: patriotismo sin igual


Adriano Muñoz (Organización Campesina del Norte)
Hoy se recuerda el aniversario 142 de la masacre más grande que ha ocurrido en la historia de América y quizás del mundo, Paraguay en la actualidad un país empobrecido, dependiente y territorialmente muy pequeño. Hace 146 años Paraguay tenía otra historia un país soberano independiente con campos florecientes, sin latifundios, sin analfabetos, gentes felices y abundaba la prosperidad en las comunidades, pero esta realidad fue truncada con la guerra de la Triple alianza en donde los gobiernos
de los tres países vecinos; Argentina, Brasil y Uruguay decidieron aliarse obedeciendo al imperio inglés para declarar la guerra al Paraguay.
Cinco años resistió el heroico pueblo guaraní que, cargado más de valor y patriotismo que de armas se lanzaron para defender hasta la muerte esa soberanía construida desde la independencia. Ya hacia los cinco años de guerra el ejército paraguayo no tenía más soldados, los hombres adultos aunque cargados de valentía y heroísmo fueron devastados por la artillería de la coalición que en número eran mucho más elevados. Para tales ejércitos era inimaginable la perduración de cinco años de guerra.
No habiendo más soldados, un 16 de agosto del año 1869 en las campiñas de Acosta Ñu se adentró la caballería brasilera con veinte mil soldados para liquidar definitivamente a la población paraguaya. Ese día como hoy, en la madrugada, aproximadamente cuatro mil niños heroicos de Paraguay decidieron dejar los lápices, el juego y salir en el campo de batalla para enfrentar a la tropa enemiga. Eran niños de 10 a 16 años que con coraje y valentía no se doblegaron ante la adversidad de empuñar las armas para defender la patria. !Qué ejemplo de grandeza demostraron estos niños que, para engañar a los soldados enemigos se pusieron barbas postizas para hacerles creer que eran adultos y tomaron maderas talladas para parecer que estaban armados. Armados si estaban estos niños pero de valor, patriotismo y valentía!.
Las madres de estos niños acompañando a sus hijos escondidas en los matorrales, para darles auxilio, tan poco dudaron en enfrentar sin miedo y sin vacilaciones con piedras y palos a las filosas espadas de los enemigos.
Dijo Juan José Chiavenatto en su libro: “Los niños de seis a ocho años, en el fragor de la batalla, despavoridos, se agarraban a las piernas de los soldados brasileros, llorando para que no los matasen. Pero eran degollados en el acto”. “Después de la insólita batalla de Acosta Ñu, al caer la tarde, las madres de los niños paraguayos salían de la selva para rescatar los cadáveres de sus hijos y socorrer a los pocos sobrevivientes, el Conde D´Eu mandó incendiar la maleza, matando quemados a los niños y sus madres.” Su orden era matar "hasta el feto del vientre de la mujer".
Finalizada la Guerra, Sarmiento entre otras declaraciones dijo “Si hemos vencido fue porque hasta los niños paraguayos hemos matado”. Esta triste historia no solo acabó con la población paraguaya sino que truncó hasta en la actualidad todo un desarrollo endógeno de un pueblo que desde 1811 había decidido ser libre e independiente. Actualmente Paraguay es un país empobrecido, dependiente, asediado por el capitalismo y sometido bajo las garras de las grandes corporaciones.
Esta página sangrienta de nuestra historia lejos de quedar en el olvido, alimenta a nuestro pueblo a seguir luchando y resistiendo ante el nuevo imperio y sus representantes en el país, porque nuestros niños que lucharon hacen 142 años son los mismos niños que viven hoy día en la calle, que no van a la escuela porque son pobres, son los mismos niños que recorren la calle y que se cocinan en el verano y se congelan en el invierno para conseguir algo que comer, son los mismos niños que a pesar de la pobreza no pierden la ternura y se llenan de esperanzas para seguir adelante. Por tanto nuestra historia como nuestra realidad nos exige mantenernos en resistencia pero al mismo tiempo en ofensiva para instaurar en nuestro país la segunda independencia, para devolver a nuestros niños la felicidad y la dignidad en honor a los Niños Mártires de Acosta Ñu y la de todos los héroes caídos en defensa de nuestra patria.
Venezuela, Barinas, 16 de agosto 2011